Cuando viví en Buenos Aires Argentina aproveché para casarme y tener un hijo. Siempre procuro sacar el mejor provecho de las circunstancias y oportunidades que me va poniendo la vida y aunque cualquiera podría pensarlo…, yo no me considero un oportunista como tal. Bueno por lo menos no uno tan común y corriente..
El día que me casé conocí a un Cura que no tuvo nada que ver con mi casamiento, ni siquiera lo conocí en el sitio en el que me casé. Pero si me encomendó construir la escultura de un Jesús resucitado para la nave central de una nueva parroquia que se construía en el barrio de Villa Ballester.
Yo viví con Sole y su mamá en la zona Norte cerca de la estación Becar. La casa me quedaba bastante lejos y siempre fue toda una aventura manejar hasta la parroquia sin perderme.. Recuerdo la Panamericana uno, la dos, la tres..
El acuerdo con el cura fue que me pagara una cantidad X de pesos argentinos pero especialmente; que el primer bautizo que se realizara frente a la imagen que yo construiría, fuera el de mi hijo Pedro y así fue. Lo que nunca nadie supo fue que en la espalda del Jesús, que se ubicó como a 5 MTS. de altura, escribí secretamente:
"Pedrito: tu papá te amará siempre" (creo que me faltó poner: Viva México!...)
Quizá suene cursi y chupacirios, la verdad no me considero ni muy religioso ni muy cursi. A veces me dejo llevar por mi trabajo, de hecho durante mucho tiempo me autoproclamé "ateo". Pero lo cierto es que cuando me encuentro en medio de un terremoto o congelándome en algún alpe suizo, en un secuestro Express finiquitado en la Sta. María la Ribera o en cualquiera de esas situaciones escalofriantes que a veces y con suerte la vida nos enseña de ladito; prefiero tener a quién encomendarme.
Por eso cuando me preguntan: Religión? contesto "Sobre todo cuando tiembla o pasa algo por el estilo..."
jueves, 1 de octubre de 2009
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